Visión de los vencidos: comentario
Andy Cañedo, 2021
Visión de los vencidos: comentario
Como mexicanos, cargamos con la
responsabilidad de conocer nuestra historia, aquello que nos antecede y que
forma nuestra identidad. El sometimiento del estado mexica, por parte del
imperio español, conocido como La Conquista, establece un antes y un después en
nuestras tierras. México-Tenochtitlan
convertido en la Nueva España es una parte de nuestra historia la cual es
aprendida desde la educación básica en la escuela. Sin embargo, en los libros
de texto se nos enseña la visión española de estos hechos y la forma en la que
ellos decidieron silenciar la voz indígena para reescribir la historia desde
una posición española de privilegio. En el libro Visión de los vencidos, se
encuentran una recopilación de textos de la misma historia desde el punto de
vista indígena. El libro, cuya primera compilación realizó Miguel León Portilla
en 1959, está dividido en diecisiete capítulos y un apéndice los cuales relatan
a detalle la experiencia indígena de la conquista española. El valor de este
texto recae en la obligación que les debemos a los indígenas de siglos de
historia silenciada y por tal motivo, el objetivo de este ensayo será observar
en qué medida Visión de los vencidos muestra
una faceta casi desconocida pero importante de la historia e identidad de
México.
Desarrollo
Entre los textos del libro, se
encuentran testimonios de presagios de la llegada de los españoles, hasta la
noche triste, relatos de protagonismo de Moctezuma, y la matanza en el templo
mayor, que resultan ser de suma nostalgia para nuestra cultura. Se habla
también de los dogmas religiosos y reglas culturales que fueron impuestas por
los invasores y las repercusiones que esto tuvo en los indígenas en un intento
de erradicarlos (Vargas,
2017).Considero necesario destacar cómo
a lo largo de estos textos, podemos observar que desde entonces, la sociedad
(sobre todo aquella parte que no cuenta con los mismos privilegios) tiene que
rendirse y pagar un alto precio por defender su libertad de expresión. A través
de Visión de los vencidos, podemos casi revivir la conquista, la pérdida
de las tierras, la pérdida de la espiritualidad, el mestizaje, el intento de
una cultura dominante por erradicar otra. En ese sentido, pienso que el libro
cumple con el objetivo humanista de conseguir que el lector reflexione sobre
aspectos importantes de su identidad cultural, así como dejar a un lado una
historia con una perspectiva eurocéntrica.
Sin embargo, no todo en el libro
es del todo acertado, sobre todo en un contexto posmoderno. Uno de los
problemas que encuentra Díaz Migoyo (1990) en este libro es perpetuar un
pensamiento en donde aparece implícita una erradicación indígena. Él argumenta
que pensar que la conquista “destruyó” la identidad cultural indígena, resulta
ser un pensamiento que perpetua la violencia y que borra y silencia las
realidades indígenas que hoy en día siguen existiendo. Y aunque en lo personal,
no me parece que se perpetúe este pensamiento, puedo comprender la lógica de
dicha queja, así como puedo comprender, e incluso me encuentro de acuerdo con Leetoy
(2007) cuando menciona que el gran error de esta compilación, sin afán de
demeritar a Miguel León Portilla, es una problemática a la que Leetoy llama “
el texto del texto”, donde se reescribe una escritura, o se apropia una
narrativa, puesto que un autor del siglo XX intenta construir un texto de
textos del siglo XVI.
La intención de León Portilla
nunca fue la anterior, sino todo lo contrario, él buscaba “dar rostro a los que
no lo tenían”, y es que más allá de la perspectiva humanista que creamos que
estos tengan o no, no se puede negar que este libro resulta ser un importante
eslabón para la historia mexicana, y específicamente, la poco hablada
perspectiva indígena. Además, me gustaría rescatar las palabras del arqueólogo
Eduardo Matos Moctezuma (Instituto
Nacional de Antropología e Historia, 2009), al afirmar que “es el privilegio
de dar la palabra al oprimido”, y sí, aquellos que se encuentran en el poder, o
con el privilegio de no tener que luchar por ser escuchados, lo más productivo
que pueden hacer con su voz es fungir como puente para permitir que otros igual
lo sean.
Ahora bien, es un hecho que la
narrativa contada en este libro había quedado oculta, y que por tal motivo, el
poder acceder ahora la dota de mayor importancia. Sin embargo, ¿En qué medida
es importante? Es necesario considerar que estos textos no son de una absoluta
mirada indígena, sino que muchos de los que fueron parte de estos testimonios,
estaban motivados por ordenes religiosas franciscanas, y que el relato de
muchos testimonios servía como arma para comprenderlos y estudiarlos para poder
poco a poco, borrarlos. Motolinía, Olmos, Sahagún y De las Casas tenían buenas
intenciones, pues querían rescatar una cultura y llevarla a la posteridad, pero
no para perpetuarla, sino para evangelizarlos, y, según sus creencias,
salvarlos. Lo anterior, para Leetoy (2007) es el motivo por el cual el sujeto indígena
es alienado de su propia resistencia histórica, y por lo cual cuestiona el tipo
de construcción que se le da al indígena en estas páginas. Lo anterior resulta
controversial, y aunque sí puede invitarnos a reflexionar desde la actualidad,
no le resta la importancia que los aportes de Ángel María Garibay y Miguel León
Portilla realizaron con este libro, sobre todo considerando lo poco hablado que
es dicho tema, y los pocos recursos con los que se cuentan para realizar otro
tipo de investigación donde el indígena sea más dueño de su propia narrativa.
Sin embargo, creo que es importante suscitar este tipo de cuestionamientos para
analizar la importancia de la otra cara de la moneda, y en un futuro, no errar
des-visibilizando a una minoría o a un discurso.
Conclusiones
Retomando el cuestionamiento que
nos remitió a este lugar, pienso que este texto será de suma importancia tanto
histórica como crítica en la medida que sea comprendido como un texto que nos
permite acceder a una pequeña parte de las voces silenciadas del pasado. Aunado
a esto, pienso que para investigaciones futuras, será importante que aquellos
del privilegio no solamente funjan como un puente y expresen la voz de alguien
más, sino que será momento de ceder la palabra y permitirle a cada sujeto ser
dueño de su propia narrativa. Finalmente, me gustaría concluir añadiendo que
este tipo de libros que nos remiten a un pasado y nos dibujan una historia casi
como si la estuviéramos reviviendo, me recuerda la importancia de la literatura
y como ésta inmortaliza momentos. Visión de
los vencidos es
un texto de suma importancia, y debemos agradecerles a aquellos que laboraron
para permitir que éste llegue a nosotros. Visión de los vencidos es
también un primer paso hacia una historia que no borre las narrativas de otros,
a una historia posmoderna que deje de ser lineal y que remita a todas las
perspectivas posibles, donde cada sujeto vive una realidad compleja que
conforman una historia aún más compleja. Por todo lo anterior, es que ningún
mexicano debe quedarse sin leer dicho libro, no sólo como bagaje cultural, sino
como una obligación a una narrativa que ha sido silenciada durante mucho
tiempo, y que a partir de ahora ya no lo será.
Referencias
Díaz
Migoyo, G. La crónica indígena mexicana: otro aspecto de la visión de los
vencidos. AISO. México. Actas II (1990). Pp. 285-288
Instituto Nacional de Antropología e Historia. (2009,
June 22). La visión de los vencidos: Instituto Nacional de Antropología de
historia. Retrieved December 17, 2020, from Gobierno de México website:
https://www.inah.gob.mx/en/boletines/3728-la-vision-de-los-vencidos
Leetoy,
S. (2007) La Visión de los vencidos y la Brevissima relación: Trauma y denuncia
en la construcción del sujeto indígena en México. Canadá: University of
Alberta. pp. 154-170
Vargas,
M. (2017, December 15). La misión de los vencidos: Jóvenes construyendo.
Retrieved December 17, 2020, from Jóvenes Construyendo blog website: https://blogjovenesconstruyendo.wordpress.com/2017/12/15/la-mision-de-los-vencidos/
Comentarios
Publicar un comentario